Qué importante es la música en nuestra vida, ¿no os parece? Miremos hacia la época que miremos siempre hay una canción que nos ha marcado como personas, como amigos, como amantes… como las hay para nuestros estados de ánimo o para recordar tiempos que quedaron muy lejos.
Yo podría hacer balance de mi propia vida basándome en la música que he escuchado a lo largo de mis 43 años y os sorprendería la variedad de estilos que he admirado (y que aún admiro). De hecho, tengo una playlist en Spotify que se llama «Mi TopLife» en la que hay temas tan variopintos como Time Is Rununig Out, de Muse, Rincón Exquisito, de Second, o Killing Me Softly With His Song, de Roberta Flack. Os dejo el enlace AQUÍ por si queréis escucharla.
La banda sonora de mi vida ha sido siempre muy importante, indispensable, y, sin embargo, no suelo trasladar esa característica a mis novelas. Al contrario de lo que les ocurre a otras escritoras, que necesitan la música para escribir e inspirarse, a mí me va más el silencio, por lo que las alusiones a canciones en mis novelas quedan en un muy modesto segundo plano. No obstante, todas y cada una de ellas tiene su banda sonora, o si no una banda sonara como tal, sí una canción que la define y con la que las identifico.
¿Queréis saber cuáles son? ¡Venga, hagamos un repaso!
1.- ALGO CONTIGO.
¿Hace falta que te diga cuál es la banda sonora de esta historia? Jajajaja, seguro que no. Hay mil versiones de este tema original de Chico Novarro, pero yo me quedo con este, con el Algo Contigo original, con el bolero, con su sensualidad, con esa voz dulce al tiempo que rasgada. En mi cabeza vive la imagen de Cristina y de Jack en el club de salsa cubano meciéndose al compás de esta canción (suspiro).
2.- UN LUGAR EN PROUD SUNSETS.
Aunque no se mencione en el libro, aunque solo suene en mi cabeza, no puedo pensar en esta historia sin This Boots Are Made For Walking, de Jessica Simpson. Habré visto el vídeo musical como un millón de veces y me imagino el bar de Fort Worth que aparece en la novela tal cual (aunque las chicas llevan un poco más de ropa jajaja).
3.- SOLO 3 SEGUNDOS.
La banda sonora de esta novela no está compuesta por canciones sino por sonidos, dos sonios en concreto: el de una pelota de baloncesto botando y el del sonido de un corazón latiendo. Son los dos sonidos que los definen a ellos, a Pearl y a Jesse. Cuando hice el booktrailer original fue lo que más claro tuve desde el principio, porque ellos no son música son sentimiento, porque cuando pienso en su historia solo puedo escuchar eso en mi cabeza.
4.- EL INFIERNO EN TUS OJOS.
La canción perfecta para esta novela es Torn, de Natalie Imbruglia. Cuando me documenté para esta historia me comentaron que algunos corresponsales de guerra, en el momento de dirigirse a lugares conflictivos, van concentrados en una canción que se repite en bucle en sus mentes o en sus reproductores. Lo hacen para no pensar en lo que puede pasar, en si volverán intactos o en si sobrevivirán. La presión que sufren es tal que sin una evasiva no llevarían a cabo la mayoría de los reportajes que vemos hoy en día. Esto les permite desconectar durante minutos, incluso horas, hasta que tienen que enfrentarse al trabajo duro. Yo elegí Torn para Faith, la elegí para que la acompañara en ese viaje a través de la selva en la República Centroafricana porque es mi canción favorita y porque ella también estaba rota, como en la letra de la canción.
5.- FLORES DE INVIERNO.
Con la música de esta historia me pasa lo mismo que con lo que os contaba de Un lugar en Proud Sunsets. No hay una canción que defina la novela, pero cuando pienso en ella siempre me viene a la mente There Must Be An Angel, de Eurythmics, y me imagino a Katherina por esos jardines preciosos, como una flor más, como si flotara, como si fuera el ángel de Scott (suspiro, suspiro).
6.- NUNCA SERÁS AGUA.
Aquí ya nos metemos en palabras mayores jajajaja. Y no es que los hermanos Gallagher tengan su propia banda sonora, que no la tienen, pero es tan sencillo asociarlos a una canción que no puedo pensar en Megan sin I Gotta Feeling, de The Black Eyes Peas, por ejemplo. La veo en ese partido de las estrellas al que la llevó Nick casi al final de su convalecencia y… ¡es que la veo, sin más jajaja! Esa canción es muy ella, desde luego.
7.- SOBRE LAS LUCES DE CHICAGO.
Aquí tampoco hay discusión. La canción de esta historia es A Thousand Years, de Christina Perri. Cuando les pregunté a mis chicas Tyler qué canción elegirían para un baile lento lleno de rencor y de deseo, un baile que marcaría un reencuentro y el inicio de una segunda oportunidad, la decisión fue unánime. Y cada vez que escucho este tema maravilloso veo a Tyler y a Alice moviéndose en la pista de baile de cierta boda que los unió de nuevo. Se me pone un nudo en la garganta cuando los pienso así, tan lejos el uno del otro, pero tan cerca sus corazones. ¡¡Ay, por Dios, que me emociono y todo!!
8.- CUANDO TE ENAMORES DEL VIENTO.
Para que veáis que en diversidad musical no me gana nadie… Cualquiera que haya leído la historia de Austin y Lydia estaría de acuerdo en que a estos dos les va más una canción lenta y romántica, al estilo de Sobre las luces de Chicago. ¡Pero no! En mi cabeza, en mi mente y en mi reproductor no para de sonar Live To Rise, de Soundgarden, a todo volumen. Y es que la rivalidad que existe entre ellos en cuanto a Marvel o DC me marcó, además de que el sentido de la canción es como la vida de Lydia, o como la de Austin después de encontrarla, de encontrarlas.
Por cierto, ¿sois de Marvel o de DC? Jajajaja. Creo que eso lo dejo para otra entrada, que esta ya ha quedado muy larga.
Gracias por leerme, y por escucharme.